Diferencias entre las vacunas de virus vivos atenuados o inactivados en la inmunización animal
31 agosto 2022
La vacunación es la principal práctica médica para prevenir enfermedades para las que ya se ha descubierto un antígeno. Hay varias formas de producir vacunas, pero las principales son las autógenas, elaboradas a partir de una sustancia antigénica atenuada o inactivada, conocida también como virus vivo y virus muerto, respectivamente. Estas fórmulas se utilizan para prevenir enfermedades víricas tanto en humanos como en animales, y con perros y gatos no es diferente. ¡Siga leyendo para saber más sobre la diferencia entre las vacunas de virus vivo atenuado y las de virus inactivado en los animales de compañía!
Vacunas de virus vivo atenuado e inactivado: ¿cuál es la diferencia?
Los nombres ya indican cómo funcionan los métodos. Las vacunas de virus vivo atenuado se formulan con el agente infeccioso vivo, pero debilitado. El virus no es lo suficientemente fuerte para que el organismo pueda desarrollar la enfermedad. Así, el cuerpo produce anticuerpos de la misma manera que cuando se expone al virus, pero sin causar realmente la enfermedad.
Las vacunas de virus inactivado, en cambio, tienen el agente muerto (inactivado en laboratorio, por medios químicos o físicos) o sólo partículas del mismo. Este método funciona «engañando» al sistema inmunitario: como el virus está muerto, no representa ningún peligro para el organismo, pero el sistema inmunitario no puede hacer esta diferenciación y produce anticuerpos como si hubiera una amenaza real.
Creamos un infográfico para ayudar a entender mejor la diferencia entre las vacunas de virus atenuado y virus inactivado, vea a continuación:
En las pautas de vacunación de perros y gatos de la World Small Animal Veterinary Association (WSAVA), otro nombre utilizado para los tipos de vacunas es infecciosas o no infecciosas, para vacunas de virus vivo atenuado e inactivado, respectivamente. Las vacunas de virus vivo atenuado se pueden considerar «infecciosas» porque la inmunidad se induce a través de una infección de bajo nivel, donde el patógeno se replica en el cuerpo del animal sin desarrollar la enfermedad. Las vacunas no infecciosas son aquellas formuladas con un virus inactivado pero antigénicamente intacto.
El uso de vacuna de virus muerto o vivo difiere en la inducción de memoria inmunológica
Las vacunas de virus vivo atenuado inducen una mayor memoria inmunológica al garantizar la inmunidad celular y humoral, lo que aumenta el intervalo entre las dosis de refuerzo. La WSAVA afirma que, en animales que no poseen anticuerpos maternos, las vacunas vivas pueden inducir protección con una sola dosis. La vacuna contra el moquillo es un ejemplo de inmunización de larga duración. De acuerdo con la publicación de VetNews «Por dentro de la vacunación de perros y gatos» la inmunidad postvacunal contra el moquillo es prolongada y puede durar más de cinco años. Este es un dato interesante para el futuro del protocolo de vacunación veterinaria, ya que implica que un próximo paso a evaluar sería disminuir el intervalo de vacunación contra el moquillo en animales adultos.
Las vacunas inactivadas, en cambio, activan la respuesta inmunitaria humoral, lo que hace que sea necesario aplicar más dosis de refuerzo para alcanzar el estado inmunitario esperado. Tanto las fórmulas de virus vivo o muerto pueden ser monovalentes o polivalentes. Las vacunas polivalentes pueden, incluso, contener antígenos vivos e inactivados en el mismo producto.
Aunque las vacunas de virus vivos atenuados ofrecen una inmunidad más duradera, es interesante comprender que ambas opciones son necesarias e importantes para el protocolo de vacunación. El artículo «Environmental distribution of certain modified live-virus vaccines with a high safety profile presents a low-risk, high-reward to control zoonotic diseases«, publicado en Scientific Reports, aborda el reto de inmunizar a perros de la calle. En estos casos, las vacunas vivas serían beneficiosas para la protección a largo plazo, pero existe la preocupación de que la presencia de organismos vivos en un entorno no supervisado pueda causar efectos adversos.
Las vacunas de virus vivo atenuado y muerto tienen sus especificidades y el veterinario debe establecer el protocolo vacunal de cada paciente. Pero, independientemente de la formulación, existe un consenso científico absoluto de que la vacunación es fundamental para la salud del animal y también para la salud pública, ya que la inmunización es una tarea importante de la prevención de zoonosis.
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