Los tipos de vacunas para peces y cómo aplicarlas
31 enero 2022
Los diferentes tipos de vacunas para peces son importantes aliados de la acuicultura en el combate de enfermedades infecciosas, las que pueden incrementar significativamente la mortalidad entre los animales y perjudicar gravemente al productor. Además de prevenir enfermedades virales y bacterianas, como la estreptococosis, la vacunación de peces funciona como una alternativa al uso de antibióticos. Dichos medicamentos son útiles y necesarios para el tratamiento de varias enfermedades, sin embargo, favorecen el desarrollo de bacterias resistentes. Teniendo esto en cuenta, siempre que sea posible, se debe priorizar la administración de vacunas como medida sanitaria para los peces.
Para realizar la administración de la vacuna en peces es necesario contar con recursos tecnológicos y profesionales con capacitación técnica. Actualmente, los principales métodos de inmunización para peces son: por vía inyectable, oral y por inmersión. Cada alternativa cuenta con sus particularidades en términos de eficacia, practicidad y rentabilidad. Para entender más sobre la vacunación de peces, hablamos con el veterinario Rodrigo Zanolo.
Independientemente del tipo de vacuna para peces, las principales vías de inmunización son los inyectables, oral y por inmersión
Los tipos de vacunas más utilizados en peces son las vacunas vivas, inactivadas y recombinantes (de ADN). Cada una tiene su propia metodología de desarrollo. Las vacunas vivas (atenuadas o modificadas) contienen agentes infecciosos debilitados que no causan la enfermedad clínica pero que infectan las células huésped con el fin estimular el sistema inmunológico a producir anticuerpos. Estas también pueden ser recombinantes y utilizar fragmentos de ADN de microorganismos responsables de producir o codificar proteínas inmunogénicas. Por otro lado, las vacunas inactivadas o muertas utilizan microorganismos infecciosos (enteros o fragmentados) para «engañar» al sistema inmunológico y desencadenar el proceso de protección.
Independientemente del tipo de vacuna para peces, los métodos de administración pueden variar. Según el especialista, «las principales formas de aplicación de las vacunas para la tilapia y el salmón son: inyectable, oral e inmersión». Vea más detalles sobre cada una de ellas:
- Vacuna inyectable: según el profesional, “la vacunación inyectable se realiza a través de la contención de cada pez, mediante administración inyectable por vía intraperitoneal con ayuda de jeringas y agujas”.
- Vacuna oral: se puede administrar directamente en la boca del animal o, como explica el especialista, “mediante la incorporación de la vacuna en el alimento de los peces, que posteriormente se ofrece a los animales según las instrucciones técnicas de volumen”.
- Vacuna por inmersión: según el veterinario, «se realiza bañando a los peces que serán vacunados en una solución vacunal durante un tiempo determinado de acuerdo con las instrucciones técnicas».
Zanolo explica que al elegir la vía de aplicación de la vacuna para la tilapia y el salmón, se debe tener en cuenta la disponibilidad de las vacunas existentes. “En general, las vacunas por inmersión y orales son las más utilizadas en peces pequeños, como larvas y alevines (0,01 g a 10 g), mientras que las inyectables suelen usarse en peces de más de 10 g de peso promedio”, orienta el especialista.
La vacuna inyectable es la principal vía de inmunización en la producción de salmón y tilapia
Las vacunas inyectables tienen algunas ventajas sobre otras vías. A diferencia de la vacuna por inmersión, que requiere un gran cantidad del agente inmunizante para proporcionar el efecto deseado, y la vacuna oral, que no garantiza los mismos resultados a todos los animales (ya que los peces no siempre se alimentan por igual), la vacuna inyectable es capaz de inducir una respuesta inmunitaria más rápida, eficaz y duradera.
Según el médico veterinario, este método corresponde a la vía de aplicación más utilizada en la industria productora de tilapia y salmón. “Su mayor uso se debe principalmente a su alto nivel de eficacia y su capacidad de generar una respuesta inmune robusta, protegiendo a los peces durante su período de crecimiento y engorde, que puede variar desde 4 meses en tilapias hasta 24 meses en salmones”, explica Zanolo.
Cabe destacar que para llevar a cabo la correcta aplicación de la vacuna inyectable es necesario contar con una mano de obra técnica calificada. La administración del inmunizante por vía intraperitoneal plantea riesgos de perforación de los órganos internos del pez y problemas asociados con la anestesia, la cual no debería omitirse. “El procedimiento de anestesia/sedación de los peces es de crucial importancia para llevar a cabo el proceso de vacunación inyectable, puesto que esto permite un menor estrés de los animales y una mejor calidad de aplicación de las vacunas inyectables”, explica.
Si bien la vacuna inyectable se considera la más eficaz, por el hecho de garantizar una dosis controlada del inmunizante en cada pez, es posible obtener resultados positivos con el uso de los tres métodos. Las vías no inyectables pueden resultar ventajosas en determinadas circunstancias porque provocan menos estrés en los peces y tienden a generar menos costes para el productor.
La vacuna oral, por ejemplo, permite un proceso de inmunización más práctico, mientras que la vacuna por inmersión permite la inmunización de una gran cantidad de peces en un corto período de tiempo, como se muestra en el estudio “Tecnologias aplicadas em sanidade de peixes”.
En resumen, los tipos de vacunas para peces, que pueden ser vivas, inactivadas o recombinantes, y sus vías de administración ser inyectable, oral y por inmersión, tienen el mismo propósito: estimular el sistema inmunológico de los peces para evitar que el cardumen tenga brotes de enfermedades. Por lo tanto, podemos concluir que la elección del tipo de vacuna y la forma de administración depende de las necesidades de cada sistema de cría, así como de la disponibilidad de agentes inmunizantes. Lo importante es que exista un protocolo de vacunas adecuado para prevenir la circulación de patógenos, considerando que esta es una de las principales medidas para asegurar el bienestar de los peces en la acuicultura.
* Rodrigo Zanolo es médico veterinario, máster en Zootecnia y Gerente de Mercado de Acuicultura en MSD Salud Animal