Bioseguridad en la piscicultura: cuidados para garantizar un buen manejo sanitario
27 diciembre 2021
Las prácticas de bioseguridad en la piscicultura son fundamentales para que el sistema de crianza de peces se mantenga sostenible, desde el punto de vista financiero, sanitario y ambiental. Estas estrategias permiten el control de la circulación de patógenos, factor que puede amenazar seriamente el desempeño productivo. La Streptococcus iniae en tilapias, por ejemplo, está relacionada con la aparición de septicemias sistémicas, lo cual puede tener como resultado altos índices de mortalidad. De la misma manera, la salmonicultura requiere cuidados para garantizar un buen manejo sanitario, puesto que enfermedades como la Septicemia Rickettsial Salmonídea (SRS) pueden comprometer toda la cadena de producción.
Para conocer las principales estrategias para establecer la bioseguridad en la piscicultura, especialmente en el cultivo de salmón y tilapia, hablamos con los médicos veterinarios Rodrigo Zanolo y Sergio Vasquez, quienes indicaron qué cuidados se deben priorizar en la crianza de cada especie.
Las medidas de seguridad en la piscicultura incluyen desinfección de las instalaciones y programa de vacunación
Con el fin de garantizar el buen estatus sanitario de la propiedad, Rodrigo cita la importancia de adoptar las siguientes medidas: compra de alevines que son libres o tienen baja presión sanitaria, adecuación de las densidades de cultivo, realización de diagnósticos preventivos, programas de limpieza y desinfección de estructuras, manejo de calidad del agua, vacunación y uso de alimentos de buena calidad. Para el médico veterinario, si estas estrategias se implementan y monitorean de forma adecuada, la piscicultura puede obtener beneficios de sostenibilidad e incremento de la productividad.
En relación con la frecuencia indicada para desinfectar las jaulas de red en el sistema intensivo, Rodrigo indica que «todos los tanques de producción deben limpiarse y desinfectarse en el intervalo de un ciclo de un cultivo a otro». Esta información la corrobora el veterinario Sérgio, quien afirma que dependiendo del ciclo de cultivo, el programa de limpieza puede realizarse dos, tres o más veces al año en cada unidad de producción. «La limpieza debe realizarse siempre que un antiguo lote de producción sale de la sala de producción y entra un nuevo lote de peces», complementa el especialista.
Cómo garantizar un buen manejo sanitario en la tilapicultura
Además de las medidas de bioseguridad que se deben aplicar independientemente de la especie de cultivo, Rodrigo Zanolo explica que el agua en la tilapicultura debe tener una buena calidad microbiológica, con los siguientes valores (aproximados) de referencia: oxígeno > 6 mg/L, pH 6- 8,5; y temperaturas: 24 – 29 grados Celsius. «Para esto, debe respetarse, principalmente, la capacidad de soporte del ambiente, la cual está íntimamente ligada a las densidades de producción utilizadas. En caso de que se ponga un número de animales que exceda la capacidad, en consecuencia, la calidad del agua se verá comprometida por el exceso de excreción de los animales, la cual incluso puede afectar los niveles de oxígeno», concluye.
En lo que respecta al programa de vacunación, el médico veterinario afirma que las vacunas en tilapias se indican desde los 10 gramos de peso o aproximadamente 60 días de vida, dependiendo de la temperatura del agua y la época del año. También explica que la principal vía de vacunación en la piscicultura de tilapias es la inyectable, puesto que se aplican en una sola dosis y pueden dar protección a los animales durante todo el ciclo de crecimiento y engorda, el cual puede variar de 120 a 210 días.
La vacunación en salmones en las fases iniciales del cultivo puede prevenir la circulación de los principales patógenos en la piscicultura
De acuerdo con el máster en Medicina Veterinaria Sérgio Vasquez, la vacunación en la salmonicultura también se debe priorizar desde las fases iniciales del cultivo. «El momento ideal es a partir de los 4,5 gramos, debido a la maduración del sistema inmune de los peces. Si la enfermedad se presenta antes de que los peces alcancen este peso, estos se pueden vacunar, pero la duración de la eficacia será menor», explica.
En peces pequeños, Sérgio afirma que las principales vías de administración de los inmunizantes son por inmersión o disueltas en el agua y en el alimento. Hay vacunas inyectables que se pueden usar en las fases iniciales del cultivo de salmones, pero el máster en Medicina Veterinaria afirma que el manejo es complicado y puede generar estrés en los peces.
Finalmente, el médico veterinario indica las principales vacunas que se deben administrar en salmones: «En los salmónidos en la etapa de agua dulce, se utilizan vacunas para prevenir la IPN (Necrosis Pancreática Infecciosa), Flavobacteriosis (causa por Flavobacterium psychrophilum o F columnare), Yersiniosis (causada por Yersinia ruckeri).
Con esta información, podemos concluir que la vacunación se configura como una de las principales estrategias para prevenir la circulación de patógenos en la producción. Asimismo que, además de esta medida, otras como la desinfección de las instalaciones entre los ciclos de producción y adecuación de las densidades del cultivo se deben priorizar para garantizar un buen estatus sanitario en la crianza de peces. Es importante resaltar que estas estrategias, las cuales buscan la bioseguridad, están directamente relacionadas con el bienestar de los peces en la acuicultura.
* Rodrigo Zanolo es médico veterinario, máster en Ciencia Animal y Gerente de Mercado de Acuicultura en MSD Salud Animal
** Sergio Vasquez es máster en Medicina Veterinaria, con mención en Salud de salmónidos de la Universidad San Sebastián, en Chile